martes, 26 de junio de 2012

Romina Tejerina

Si la hubiesen escuchado, no la habrían violado.
Si no la hubiesen violado, no se habría embarazado.
Si no se hubiese embarazado, o hubiese podido no continuar adelante con el embarazo, no lo habría ocultado.
Si no lo hubiese ocultado, no habría dado a luz sola en el piso de un baño.
Si no hubiese dado sola a luz en un baño, no habría matado a su beba.
Si no hubiese matado a su beba, una justicia que había decidido desde antes no la hubiese condenado...
Si no la hubiesen condenado, ni hubiese matado a su beba, ni hubiese dado  a luz sola en el piso de un baño, ni se hubiese ocultado, ni se hubiese embarazado, ni hubiese sido violada, y la hubieran escuchado, hoy no estaría pidiendo a gritos que la encarcelen, porque no se sentiría culpable de un hecho del que fue víctima.

Este juicio fue la expresión más acabada de la violencia de género, que terminó con la muerte de una niñita inocente y con la vida de una jovencita.
Mientras tanto, su violador y su juez siguen adelante.
                                                              

Viviana Taylor



Romina Tejerina, una a joven jujeña hoy de 29 años, fue condenada en 2005 a 14 años de cárcel por el homicidio de su beba recién nacida. El domingo 24 de junio, luego de haber purgado una condena de 9 años y 4 meses de prisión, recuperó su libertad, justo el día de su cumpleaños.
Acaba de padecer una crisis nerviosa, en la que -según sus allegados- empezó a gritar que quería volver a la cárcel.